PUBLICACIÓN Nº1: ARTÍCULO
ASPECTOS CLAVES PARA AVANZAR EN LA IGUALDAD DE GÉNERO: UN DEBER INELUDIBLE.
KEY ASPECTS TO ADVANCE IN GENDER EQUALITY: AN INELUDIBLE DUTY.
Dra. Juana Manjón Ruiz
Universidad de Sevilla
Resumen:
Pensamos que cuestionarnos o revisar en estos momentos cómo se ha llevado y como se está llevando a cabo la igualdad de género en nuestras escuelas es imprescindible para impulsar un cambio de actitud y de acciones que permita que la mujer sea verdaderamente libre y sin ningún tipo de diferencias con respecto al hombre. En este sentido, nuestro objetivo ha sido analizar qué se ha realizado hasta ahora a favor de la educación para la igualdad, en qué preciso momento estamos y cuales son los errores que hemos podido cometer, para que la educación para la igualdad no esté dando los resultados que todos/as deseamos.
Abstract:
We think that questioning or reviewing at this time how gender equality has been carried out and how it is being carried out in our schools and promoting a change in attitude and actions will allow women to be truly free and without any type of differences with respect to to the man. In this sense, our objective has been to analyze what has been done so far in favor of education for equality, at what precise moment we are and what are the errors that we have been able to make, so that education for equality is not giving the results that we all want.
Palabras Claves/Keywords:
Igualdad de género, igualdad de oportunidades, educación universal, educación de chicas, educación de chicos.
Gender equality, equal opportunities, universal education, girls education, boys education.
1.- INTRODUCCIÓN
Llevamos ya más de un siglo tratando de una manera o de otra la igualdad de la mujer en relación al hombre. Muchas páginas se han vertido sobre este tema y muchas son necesarias aún para llegar a conseguir la verdadera igualdad. En muchas ocasiones la sensación es, o que nos hemos estancado o que se avanza poco o muy lentamente. La realidad puede ser que no hayamos avanzado tanto como hemos creído avanzar.
La historia es clara y poca duda ofrece su interpretación: la mujer ha sido durante mucho tiempo una persona de segundo orden frente al hombre. Una de las grandes desventajas que ha tenido durante siglos es que le estaba prohibido el acceso a la educación y ello evidentemente incidía de forma negativa a su consideración social. La mujer estaba encargada de la crianza, del cuidado de la prole, del hombre, etc. Cuando realmente se consigue la escolarización de las niñas al mismo nivel que la de los niños es ya en el siglo XX y se considera un paso fundamental. No es fácil pasar de una educación diferenciada entre niños y niñas a una educación conjunta, mixta. Evidentemente, desde un tiempo a esta parte, se han hecho muchos esfuerzos para igualar la educación, pero aún quedan muchos flecos sueltos.
Es desde la EGB cuando se eliminaron totalmente las diferencias que antes hubo en las asignaturas que cursaban los niños y las niñas. Ya se daban las mismas asignaturas, pero los contenidos no estaban adecuados a ambos géneros.
La educación del género se daba más en las familias que en las escuelas. En esta situación no podía esperarse que se produjera un milagro y la igualdad se diera sin más porque los estereotipos mujer-hombre estaban afianzados en el seno de la unidad familiar. Las funciones y el papel tanto de los padres como de las madres estaba muy bien perfilado y ello se transmitía perfectamente de padre a hijos y de madres a hijas: imitación de roles, funciones y actuaciones de lo que ven en sus familias.
Creo necesaria una reconceptualización o una revisión de cómo conseguir la equidad entre hombres y mujeres. Un cambio de actitud, la desaparición de estereotipos pasados y mejores bases formativas es preciso para que la mujer sea verdaderamente verdaderamente libre e igual considerada que el hombre.
Metodologicamente hemos realizado un análisis, fundamentalmente por internet, de qué es lo que se encuentra cualquier persona si introduce en un buscador la llamada de “igualdad de género”. Después hemos hecho un recorrido por los antecedentes importantes habidos hasta este momento, un análisis cualitativo-descriptivo sobre dónde nos encontramos en la actualidad, una reflexión sobre cuáles han podido ser los fallos cometidos hasta ahora para que no hayamos alcanzado aún la igualdad de género que pretendemos, así como una propuesta de los ejes fundamentales en los que debemos incidir para conseguir el fin propuesto.
2.- ALGUNOS PRECEDENTES IMPORTANTES
En las últimas décadas son muchos los esfuerzos que se están haciendo desde todos los estamentos sociales por conseguir la igualdad de género, pero evidentemente, y los hechos nos lo demuestran, queda aún mucho por hacer.
Por reseñar algunos de los momentos que creo más importantes a nivel internacional se podrían señalar:
- Las Naciones Unidas (ONU) ha celebrado cuatro Conferencias mundiales sobre la mujer que realizaron en México (1975), Copenhague (1980), Nairobi (1985) y Beljing (1995). De la Conferencia de Beijing se derivaron exámenes quinquenales de lo que puede inferirse que ningún país ha ido realizando. La importancia de dicha Conferencia es que marca un hito importante y un punto de inflexión para las futuras acciones a nivel mundial en relación con la igualdad de género. En ella se forma la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, refrendada por 189 países. Y se establece 12 puntos importantes para la igualdad de género, apareciendo en segundo lugar la Educación y capacitación de la mujer.
- Por otro lado, La Conferencia Mundial sobre Educación para todos (Jomtien, Tailandia, 1990) En este momento se hace una declaración mundial sobre educación para todos en la que se establece la necesidad de la satisfacción de las necesidades básicas de aprendizaje[1] donde se establecen los objetivos, el marco de Acción donde los países tienen que definir sus acciones prioritarias a nivel nacional, regional y mundial estableciendo un calendario oficial, indicativo, para los años 90. Evidentemente estos calendarios no suelen cumplirse en su totalidad, pero es claro que su existencia orienta claramente los caminos por los que hay que transitar.
- A partir de este momento se derivan toda una serie de consensos y alianzas que intentan revertir la desigualdad de género a nivel mundial. Como, por ejemplo[2]: El Plan de Acción Mundial de Educación para todos organizado por la UNESCO, La iniciativa Vía rápida de Educación para todos creada por el Banco Mundial, La iniciativa de las Naciones Unidad para la Educación de las Niñas (UNGE), y el Grupo Integrado del Comité Permanente entre Organismos coordinado por UNICEF y la Alianza Save the Children.
La importancia de todos estos movimientos a nivel Internacional es crucial puesto que “para lograr una educación universal y la igualdad entre los géneros se precisa un compromiso verdadero a escala mundial. Los gobiernos, ciudadanos, organizaciones y otras partes interesadas deben colaborar para ayudar a todos los niños y niñas de cualquier país del mundo a hacer de su derecho inalienable a una educación una realidad”[3]. Sin la colaboración de los países formando objetivos comunes la igualdad de género real no se conseguirá fácilmente.
Es cierto que lo ideal sería que todos los países llevaran una trayectoria común en tiempo y espacio, pero, aunque no es así y nunca lo será, lo importante es que cada vez son más los países que de adhieren a este objetivo de conseguir la igualdad. Por ejemplo, en estos días hemos podido ver como las televisiones y todos los medios de comunicación se han hecho eco de que a las mujeres árabes se les ha dejado entrar a campos de futbol, mientras que en Europa es algo ampliamente superado desde hace mucho tiempo. Sin embargo, la importancia de ese hecho, así como algunos otros que poco a poco se van sucediendo, es relevante ya que significa que hasta las sociedades más atrasadas en este aspecto están dejándose impregnar por el espíritu de la igualdad. Podría decirse que el que las mujeres árabes puedan entrar en un campo de futbol no es lo más progresista pero la realidad es, que estos hechos si tienen relevancia en los medios de comunicación y eso hace que se vaya formando conciencia colectiva. A nosotros nos gustaría que la noticia que se diera fuera que en estos países la escolarización de las mujeres ha alcanzado el 100 por 100 pero en realidad el porcentaje de mujeres sin escolarizar es del 60%[4] como porcentaje medio. Porcentaje no muy distinto al que podría haber en Europa o España en la primera mitad del s. XX.
3.- ¿DÓNDE ESTAMOS?
Se va a tratar de realizar un análisis realista de la situación, pues desde luego no nos vamos a acercar ni a la posición alarmista de algunos sectores ni a la triunfalista de otros porque ambas posiciones no son ciertas.
Evidentemente avanzar… hemos avanzado, pero según el Instituto Europeo de la Igualdad de Género (EIGE, European Institute for Gender Equality)[5] lo hacemos a paso de tortuga. Y así es ahora y lo es siempre, porque entre otras cosas el cambio de pensamiento se produce mucho más rápido que el cambio social. No podemos pensar que cuando se vislumbra la necesidad de modificación en algún aspecto social éste se consiga inmediatamente. La sociedad es una estructura tan compleja y contiene tantas variantes que cualquier proceso de cambio es mucho más lento de lo deseable. La estructura social es tan rígida o maleable como lo seamos las personas que la formamos. Cansa oír continuamente que la sociedad es la culpable de tal o cual cosa, de tal o cual hecho. Hacer eso es eludir la responsabilidad que cada persona tenemos en la construcción de una sociedad mejor. Pero también es verdad que eternizar los cambios es una señal de que no se quiere realmente avanzar.
En la actualidad los datos pueden sorprendernos por parecernos bajos según nuestras expectativas en relación al tiempo que llevamos pretendiendo alcanzar el objetivo. Así mismo, hay que destacar, sin pretender ser conformista, que la igualdad de género es una realidad que ya no va a dar marcha atrás. Los pasos pueden parecer lentos para algunos sectores de la sociedad o rápidos para otros, pero lo cierto es que la igualdad de género está en marcha y tarde o temprano se conseguirá. Lo que es importante, para que el proceso se realice adecuadamente y la relación tiempo y expectativas creadas sean adecuadas, es que no se pervierta el concepto de igualdad de género, ni se manipule y se yerre en las acciones.
En relación a España, El EIGE (Europea Instituten for Gerder Equality o Instituto Europeo de la Igualdad de Género) muestra una serie de datos que son alentadores, aunque no por ello hay que entretenerse. En el estudio que realizan sobre los índices de igualdad de género en los distintos países que conforman la Unión Europea (octubre, 2019) “Con 70,1 de cada 100 puntos, España ocupa el noveno lugar en la UE en el Índice de igualdad de género. Su puntaje es 2.7 puntos más alto que el puntaje de la UE. Entre 2005 y 2017, el puntaje de España aumentó en 7.9 puntos, progresando hacia la igualdad de género a un ritmo más rápido que otros Estados miembros de la UE. Su clasificación es la misma que en 2005. Las puntuaciones de España son las más altas en el ámbito de la salud (90,1 puntos). Las desigualdades de género son más pronunciadas en el dominio del poder (62.0 puntos), aunque la puntuación ha aumentado más desde 2005 (+ 16.1 puntos). Entre 2005 y 2017, los puntajes aumentaron en todos los dominios con el progreso más lento en los dominios de salud (+ 2 puntos) y dinero (+ 3.1 puntos). Entre 2005 y 2017, España mejoró su puntaje en el índice, con un desempeño más alto que el puntaje de la UE y creciendo a un ritmo más rápido. En consecuencia, la brecha con la UE ha aumentado con el tiempo”[6]. Como se muestra en las siguientes gráficas que ellos publican.

Gráfico extraído de EIGE gender-equality-index-2019
Es decir, hemos mejorado en todos los ámbitos. Entonces, ¿Cuáles serían los motivos por los que aún no conseguimos rebajar la brecha en muchos aspectos con respecto a los hombres? ¿Cuáles serían los aspectos en los que habría que seguir trabajando con más tenacidad?:
- Igualdad de oportunidades de acceso al trabajo
Quizás uno de los aspectos en que teóricamente se va progresando más rápidamente es en el de que las mujeres puedan realizar cualquier tipo de trabajo, sin que se haga diferencia en trabajos para hombres y trabajos para mujeres. Otra cuestión es, que se tengan las mismas oportunidades de acceso que los hombres. En general, el acceso de la mujer a los puestos de trabajo todavía viene siendo mucho más dificultoso que el de los hombres. Ejemplo de ello lo vemos todos los días en los Medios de Comunicación, no contrataciones por miedo a los embarazos, despidos improcedentes por problemas de conciliación familiar y laboral, dificultad para volver al puesto de trabajo después de un embarazo etc.
- Conciliación familiar
Es cierto que, aunque lentamente, el hombre va concienciándose un poco más en cuanto a la conciliación familiar y laboral, en el tema de los cuidados familiares, hijos, ancianos aún queda mucho por conseguir. “Parece que la conciliación laboral y familiar en nuestro país todavía es una asignatura pendiente. Hoy en día, 8 de cada 10 mujeres de España aseguran tener problemas de conciliación laboral y familiar, afirmando que no disponen de tiempo de ocio para ellas mismas, y que es muy difícil negociar una jornada laboral que les permita conciliar. Esta situación se da sobre todo en las medianas y pequeñas empresas”[7].
Se ha avanzado a nivel jurídico y legal en cuanto a cuestiones como permisos de lactancia, permisos de maternidad y paternidad, excedencia para el cuidado de hijos y familiares, permisos para formación, reducción de la jornada laboral, modificación de jornada laboral, etc. Pero otra cosa es que la mediana y pequeña empresa pueda o quiera aplicarlos. Es en las grandes empresas donde parece que se está avanzando un poco más en este terreno, pero aun así, “casi la mitad de trabajadores (el 49,55%) no pudo modificar en 2018 su jornada laboral para poder asumir responsabilidades relacionadas con el cuidado de otras personas, según refleja el módulo sobre conciliación entre la vida laboral y la familiar de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicado el 6 de junio (2019) por el Instituto Nacional de Estadística (INE)”[8]. En este mismo sentido, Morán Roa, S. (2019) afirma que las medidas de conciliación previstas en la actualidad no solo no han favorecido la igualdad de género y la compatibilización de la vida laboral y familiar, sino que, al tratarse de medidas de ausencia laboral, total o parcial, y habiendo sido asumidas de forma abrumadoramente mayoritaria por las trabajadoras, han supuesto un factor relevante en la actual brecha salarial de género existente entre mujeres y hombres. Por ello, la adaptación de la jornada y la flexibilidad horaria, como derecho de conciliación del trabajo y la familia, supondría una óptima herramienta para lograr la igualdad de género, permitiendo la retención en el mercado laboral del talento femenino, sin necesidad de renunciar ni a la retribución ni a la trayectoria profesional, y contribuyendo a una mayor corresponsabilidad, que junto a la racionalización de los horarios conllevaría una mayor productividad empresarial[9]”.
Así se refleja incluso en sentencias del Tribunal Constitucional como por ejemplo: “Es evidente que el ejercicio de las actividades de cuidado de los menores y de la familia por parte del hombre, como fenómeno social extendido, es algo novedoso en los tiempos que corren, siendo su alcance precisamente fruto del esfuerzo, entre otros, de las instituciones legislativas tanto a nivel europeo como nacional, por lo que apreciar el amparo en este concreto supuesto, se revela como una herramienta necesaria para alcanzar este objetivo. Es más, pone de manifiesto que la tarea emprendida, de involucrar al trabajador varón en las labores de conciliación, está dando sus frutos”[10].
Según el Global Gender Gap Report 2018 del Foro Económico Mundial “España se encuentra en el puesto 29 dentro de los 144 países incluidos en dicho foro y se estima que nuestro país ha sido capaz de cerrar hasta el momento cerca de un 75% de su brecha de género. Aun así, son muchas las desigualdades que persisten entre hombres y mujeres. Tal y como señala el informe, si seguimos a este ritmo, la brecha de género en las empresas no se cerrará hasta dentro de 202 años[11]”. La prospectiva que señala el Global Gender Gap Report no parece que sea muy halagüeña, no sabemos si el tiempo que estiman de desaparición de la brecha de género será cierto o no, pero lo que está claro es que necesitamos ser mucho más efectivos.
- Brecha salarial
La brecha salarial, según todos los expertos, es uno de los aspectos principales más importantes que influyen en el mercado laboral y en la erradicación de la desigualdad entre hombres y mujeres. No vamos a tratar este tema profundamente pues no es el objeto de este artículo, pero sí reseñar algunos datos que nos parecen importantes.
“La reducción de la conocida como “brecha salarial” es uno de los temas de más actualidad y uno de los principales retos a los que se enfrenta el mercado laboral tanto a nivel nacional como internacional, suponiendo por tanto una de las temáticas y preocupaciones más acuciantes para Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y en particular para su Comisión de Igualdad”[12]. Durante las dos últimas décadas en España se ha avanzado de forma positiva en materia de igualdad de género en el mercado laboral, aumentando la tasa de participación de la mujer y reduciendo las diferencias salariales existentes entre hombres y mujeres, aunque, al igual que en el resto de países europeos, aún queda trabajo por hacer para fomentar la igualdad real entre ambos colectivos en la sociedad, en general, y en el mercado laboral, en particular.
Los resultados alcanzados del análisis realizado por la CEOE “muestran que la brecha salarial ajustada en España ascendería a un 12,2% con los últimos datos disponibles, lo que quiere decir que las mujeres cobran de media un 12,2% menos que los hombres. Aunque sigue siendo una magnitud considerable que debe ser reducida lo antes posible, la evolución durante las dos últimas décadas es positiva. Desde el año 2002, la brecha salarial ajustada se ha reducido en casi un 30%, hasta situarse en el 12,2% según los últimos datos disponibles.
Un dato que nos parece importante es “El hecho de que entre los jóvenes que se incorporan al mercado laboral exista cada vez una menor brecha, y que las mayores brechas se encuentren en las generaciones que poco a poco abandonarán el mercado laboral”[13], por tanto, se deduce que es posible conseguir reducir totalmente la brecha salarial en un plazo medianamente corto.
- Utilización de la mujer como objeto sexual: violaciones individuales y grupales
Ojalá que pudiéramos decir que la mujer ha dejado de ser un objeto sexual, pero lamentablemente, aunque ya hay muchas voces en contra, no se puede decir. A nivel de comportamiento social hay muchos estereotipos que van desapareciendo, pero quizás sea este uno de los caminos en el que más se tenga que trabajar. En uno de los aspectos en el que nos gustaría hacer hincapié, es en el de la publicidad. “la publicidad no sólo es una herramienta comunicativa al servicio del estímulo de las actitudes de compra y del fomento de hábitos de consumo. Es, además, sobre todo, una eficacísima herramienta de transmisión ideológica. En efecto, casi nadie niega ya que los anuncios tienen una influencia determinante en la transmisión cultural de valores y de actitudes, en la educación ética y estética de la ciudadanía y en la globalización de los estilos de vida y de las formas de percibir el mundo en nuestras sociedades. En los anuncios no sólo se venden objetos, sino que también se construye la identidad sociocultural de los sujetos y se estimulan maneras concretas de entender y de hacer el mundo, se fomentan o silencian ideologías, se persuade a las personas de la utilidad de ciertos hábitos y de ciertas conductas[14]”. Por tanto, es claro que la publicidad es una herramienta, potente y peligrosa, que además de manipular puede ejercer y de hecho ejerce de control ideológico mediante la construcción de los mensajes.
Desde nuestra perspectiva el tratamiento de la mujer como objeto de deseo en la publicidad se ha modificado poco. Pocos son los anuncios en los que la mujer no sea tratada desde la perspectiva sexual y como hemos indicado anteriormente ello va calando en los niños/as, en los jóvenes y en los adultos. Es cierto, como decía al principio de este apartado, que algunos estereotipos están cambiando. Hace poco tiempo era impensable ver en la publicidad a un hombre haciendo trabajos tradicionalmente de mujeres, como por ejemplo cocinar o cuidar de los hijos/as, pero desde nuestra perspectiva este cambio además de insuficiente es lentísimo.
- Violencia de género… violaciones sexuales, etc.
Una de las consecuencias más inmediata del tratamiento de la mujer como objeto de deseo es precisamente las violaciones y del tratamiento de la mujer como objeto que se posee. ¿Qué decir sobre estos temas? Pues que es una problemática grave que dista mucho de estar solucionada. No hace falta más que mirar las estadísticas, poner la televisión o consultar las redes sociales para darse cuenta de que es un tema preocupante y poco mejorado. Es a su vez, es alarmante ser testigo de cómo la violencia de género y las violaciones siguen aumentando entre los jóvenes. Si nos paramos a pensar nos surgen varios interrogantes: ¿Nos hemos preguntado seriamente, alguna vez, por las causas de este fenómeno? ¿Es lógico que en una época donde estamos luchando seriamente por conseguir la igualdad haya un aumento de la violencia de género y de las violaciones a las chicas jóvenes por parte de los chicos? Si todo esto sucediera en las personas más mayores podría pensarse que estos casos serían un reducto claro de una época caracterizada por el machismo, pero cuando observamos un aumento preocupante en los jóvenes entonces no podemos evitar plantearnos ¿Qué estamos haciendo mal? ¿Dónde nos equivocamos? ¿Por qué no conseguimos bajar las cifras y porcentajes? ¿Cuál es la causa de la proliferación de las violaciones en grupo?
4.- ¿QUÉ NOS FALTA POR HACER? ¿Equivocamos los mensajes?
Todas estas cuestiones relacionadas anteriormente son aspectos de la igualdad de género que en mayor o menor medida todos los estamentos sociales y todos los países están asumiendo. Sin embargo, creemos que hay dos cuestiones claves a las que las instituciones sociales y los ciudadanos tenemos que prestar especial atención: Por un lado, el control de los mensajes publicitarios aún anclado en estereotipos pasados y por otro evitar la politización de la igualdad.
La politización de la igualdad es ya un hecho real, está presente en nuestra sociedad, y ello puede poner en peligro inminente el desarrollo y consecución del tema que nos ocupa. Ninguna visión puede ser la única posible y ningún movimiento político puede erigirse como baluarte único de pensamiento y acción. La diversidad de pensamiento da lugar a la diversidad de acciones y de todo ello se conforma la democracia como sistema, si no estaríamos volviendo de nuevo a la imposición del pensamiento único.
La politización y uso partidista de la igualdad de género, cuando la igualdad es un derecho de declaración universal, como poco significaría un atropello a los derechos humanos. Es innegable que desde la acción político-social se ha ayudado mucho a que la igualdad vaya integrándose en nuestra sociedad y es de justicia decir que ha supuesto no poco esfuerzo. Sin embargo, últimamente desde algunos grupos políticos, como desde otros sociales se le está dando voz, a través de los medios de comunicación y determinados partidos políticos, a una serie de voces que poco pueden ayudar al desarrollo íntegro y justo de la igualdad de género por el tipo de mensajes que están transmitiendo. ¿Qué pueden pensar nuestros/as niños/as, jóvenes, o personas poco formadas cuando oyen determinados mensajes abiertamente en contra de los hombres que más que igualdad suenan a revanchismo? La cuestión no es que esos mensajes se emitan, pues a lo sumo podrían considerarse como libertad de expresión, el problema es que ese tipo de mensajes los están emitiendo abiertamente personas que están dirigiendo o formando parte de Instituciones como, por ejemplo, el Instituto de la mujer o asociaciones relacionadas con la Igualdad, cuando el enfoque de esas Instituciones que debería ser abierto y estar al servicio de la sociedad en su totalidad. Hay que tener sumo cuidado con las personas que se ponen al frente de esas Instituciones porque todo no vale. No se puede fomentar la violencia, a través de personas que no tienen claro qué significa la igualdad y como se puede llegar a conseguirla. No se trata de erradicar el machismo con un hembrismo. El cambio ha de hacerse en paralelo con la participación de todos los géneros e implicarnos todos/as para conseguir el objetivo de la auténtica igualdad.
Desde nuestra perspectiva, para conseguir la igualdad de género, hay que trabajar tanto con hombres como con mujeres. Con mujeres para ayudarles en el proceso de integración social desde la igualdad y con hombres para que abandonen los status de poder que siempre han mantenido frente a las mujeres. No se trata de hacer enemigos, no estamos en una guerra. Se trata de reconocernos todos/as como seres humanos con los mismos derechos y con los mismos deberes, donde nadie está por encima de nadie y donde todos colaboremos hacia una sociedad más justa y equitativa.
Nos planteamos, si nos hemos parado a pensar que en el camino que iniciamos hacia la igualdad se ha dejado de lado la educación para la igualdad enfocada hacia los hombres, dando lugar, en algunos casos, a una competitividad absurda que hace que se produzcan miradas pocos sanas de unos/as hacia los/as otros/as. Observamos la existencia de asociaciones feministas por un lado y asociaciones de hombres para la igualdad por otro y asociaciones de hombres en contra de la igualdad. Este maremágnum de desigualdades no es beneficioso en absoluto, sino todo lo contario. Si en un primer momento, en la encrucijada de caminos que se produjo hacia la igualdad de género, fue necesario hacerlo así, ahora desde luego no lo es. Creemos que es el momento de dar un paso más hacia adelante y abandonar las posiciones excluyentes para recorrer el camino juntos.
En España la Asociación de Hombres para la Igualdad de Género (AHIGE) tiene como objetivos básicos “trabajar contra la discriminación estructural que esta sociedad machista genera (básicamente sobre las mujeres y personas no heterosexuales) y favorecer el cambio de los hombres hacia posiciones igualitarias”[15]. ¿Es diferente este objetivo a los de las asociaciones feministas? ¿Si podemos ir unidos por qué trabajar separados? ¿Existen intereses políticos o sociales que fomenten o pretendan seguir con la diferencia? ¿Por qué no damos el siguiente paso? Conozco directamente el caso de que la Asociación de Hombres para la Igualdad ha pretendido acercarse a las Asociaciones feministas para colaborar juntos y estas asociaciones los han rechazado. ¿Vamos ahora a discriminar a los hombres? Si determinados colectivos consideran la igualdad de género como la oportunidad de vengarse de los hombres ¿Qué igualdad estamos consiguiendo? ¿No es eso revanchismo?
Existen asociaciones de mujeres que se sitúan en una posición constructiva hacia la igualdad. Así lo han demostrado a lo largo de la historia muchísimas mujeres de nuestra sociedad, pero hoy queremos levantar la voz en contra de las asociaciones que se desvían de esas posiciones y pretender sacar partido, fundamentalmente económico como ya es sabido por todos, a unas posturas que distan mucho de la adecuada concepción y conceptualización y por ende de las actuaciones optimas y convenientes para conseguir la igualdad de género, sabiendo como además sabemos, que son los propios gobiernos tanto nacional como autonómicos los que están subvencionando a este tipo de asociaciones. Como se dijo antes todo no vale, no porque una asociación lleve la palabra igualdad o feminismo incluidas en su denominación han de ser subvencionadas. Hay que evitar el oportunismo que en estos tiempos parece ser algo bastante frecuente. El oportunismo no hace más que ensombrecer y retrasar una trayectoria que debe de realizarse limpia y razonablemente, sin pasos ni mensajes en falso. Si queremos conseguir realmente la igualdad debemos de apartar de lo público todo aquello que la banalice, todo aquello que la degrade, todo aquello que ponga trabas, todo aquello que la desnaturalice, que la adultere.
La igualdad de género no es algo baladí con lo que se pueda jugar al antojo de otros intereses que no sean los de mejorar los status de hombres y mujeres en una sociedad justa e igualitaria.
5.- ¿QUÉ PROPONEMOS?
Pensamos que, además de mantener todas las líneas de acción que anteriormente hemos indicado como importantes para conseguir que la igualdad de género deje de ser un objetivo a conseguir y sea una realidad en nuestra sociedad, debemos añadir sin más dilación dos líneas de acción que, aunque ya se está empezando a ver algunos movimientos al respecto, no tienen el suficiente desarrollo y la suficiente visibilidad en nuestra sociedad. Las dos líneas a las que me refiero son: La concienciación e implicación de los hombres en lo que significa la igualdad para todos y la igualdad como trabajo global y transversal en todas las instituciones educativas, instituciones sociales y medios de comunicación.
- Concienciación e implicación de facto de los hombres en lo que significa la igualdad para todos.
¿Podemos pensar qué se les puede pasar por la cabeza a niños o adolescentes, e incluso a adultos cuando ponen la televisión y en los telediarios o en redes sociales oyen decir a una profesora que además es concejala de un determinado partido político que “a los niños hay que castrarlos al nacer”? ¿o cuando la directora del instituto de la mujer entre otros mensajes dice que “la heterosexualidad oprime a las mujeres” o que “hasta que las prácticas de sexo anal sean habituales en hombres y mujeres no se producirá un verdadero cambio social que iguale a hombres y mujeres”?[16] ¿Qué pensarán? ¿Con qué se quedarán? ¿Qué actitudes provocará en ellos? Puede decirse que esas declaraciones son de casos aislados y afortunadamente así es, pero no se trata tanto de que sean pocas personas las que dan ese tipo mensajes si no desde donde se dan y a la cantidad de personas que los oyen sin moverse de su propia casa.
Otra cuestión que nos llama la atención es que se dé pábulo a estos desafortunados mensajes y poco se hagan eco los medios de comunicación sobre las asociaciones de hombres para la igualdad. Pensamos que “acercar valores y herramientas sobre como los hombres pueden ser parte corresponsable del fomento de la igualdad, la libertad y solidaridad”[17]es lo más importante en estos momentos. Cuantos más hombres se sea capaz de concienciar e implicar en la defensa de la igualdad de género menos tiempo tardaremos en conseguirla y menos tropelías se realizarán hacia las mujeres. El beneficio de una sociedad que vive en la igualdad de género no es sólo favorable a las mujeres es favorable a toda la sociedad, sin distinción de género.
Hay que insistir en que se comprenda, tanto por parte de las mujeres como por parte de los hombres, que “rompiendo con los estereotipos que impiden desarrollar libremente la personalidad y la vida de los hombres se conseguirá acabar con muchas de las desigualdades existentes… no hay mejor forma de transformar sociedades que hacerlo a través de la educación y el ejemplo”[18] y en ello tenemos que implicarnos toda la sociedad.
Sin duda existen ya movimientos importantes, pero, sin embargo, creemos que aún no han llegado de forma adecuada a las escuelas y al resto de instituciones sociales. Por ejemplo, la entidad de las Naciones Unidas para la igualdad de género, ONU Mujeres ha lanzado la campaña mundial “He for She” – en castellano “El para Ella”- para fomentar la participación e implicación masculina en la consecución de la igualdad de mujeres y hombres. Con un diseño renovado, materiales didácticos e incluso merchandising, la iniciativa emplaza a todos los hombres a dar un paso al frente, y a hacerlo “por ellas”.
A esta se le suma la opción de dar el apoyo personalmente (o a través de entidades o grupos) al proyecto HeforShe, de manera que todo el mundo pueda expresar el compromiso con unas nuevas masculinidades y la reivindicación de los derechos de las mujeres.
En este sentido, Fernando Fascioli, Presidente regional de McCann Worldgroup para América Latina y el Caribe, expresó: “hacemos un llamado a que más actores se sumen a la labor de ONU Mujeres y al gran desafío de erradicar los estereotipos negativos y los sesgos inconscientes, pero sobre todo al compromiso con una sociedad más inclusiva y sin violencia, particularmente en el ámbito de género que es lo que nos convoca hoy. Es una gran tarea que depende de las acciones de todos y todas en diferentes planos[19]”.
La campaña apunta a que “una de las causas de la violencia se debe a la ausencia de empatía de los hombres y pone en evidencia que la sociedad en su conjunto, a través de sus normas sociales, minimiza el daño producido en las mujeres y niñas víctimas de violencia y en muchos casos se justifican los actos violentos, revictimizando a las personas afectadas y contribuyendo con el ciclo de violencia de la cual son objeto”[20].
En estos momentos y dirigiendo la mirada hacía cómo se han ido sucediendo los acontecimientos, es fácil darse cuenta, que es necesario trabajar hacia la consecución de un modelo masculino alternativo. “Las mujeres han usado todo su entramado de asociaciones para crear un modelo alternativo a la mujer antigua y el hombre anda a la zaga en ese aspecto. Es imprescindible la construcción de valores y referentes alternativos al modelo machista tradicional. AHIGE trabaja para que sus asociados puedan encontrar ese nuevo modelo masculino con el que identificarse y defiende que los hombres tamnién ganan con la igualdad al liberarse del corsé que impone el machismo”[21]. Quizás ante la necesidad de salir de una sociedad machista y poco justa con las mujeres nos hayamos parado poco a pensar en qué necesitaban los hombres para salir también de ese machismo que tampoco les favorecía y que para muchos ha significado un modelo asfixiante al no concebir su vida dentro de esos patrones. Esta situación la han vivido tanto hombres heterosexuales como hombres homosexuales, etc.
“Ambos nuevos modelos, el femenino y el masculino, son necesarios e importantes de la misma forma para conseguir una sociedad verdaderamente igualitaria. Podríamos decir de una forma coloquial, que la mujer ha salido de la casa, pero ahora queda que el hombre entre también en el ámbito del hogar”[22]. En esta idea del hogar y de lo práctico, ya se basó el X Encuentro Igualitario de Hombres y Mujeres de AHIGE celebrado en Fuente de Piedra 2013, bajo el lema “Igualdad de Andar por Casa”. La idea es abordar la igualdad de género en la cotidianidad, aunque no en lo exclusivamente doméstico. Anteriormente a este encuentro las actividades de AHIGE normalmente iban dirigidas a hombres exclusivamente, pues trataban de generar un ambiente de confianza en el que pudieran abrirse, ser honestos y sinceros con total libertad y así avanzar en la búsqueda individual del propio modelo masculino. Los siguientes encuentros celebrados en Benacásim (2016 y 2018) ya han sido mixtos.
La necesidad de realizar encuentros igualitarios de hombres y mujeres, nos atrevemos a decir, que ya es de extrema urgencia porque seguir caminando por separado, en estos momentos y circunstancias no nos lleva por otro camino que al de la mala competencia, la poca comunicación y a quitar antiguas diferencias, pero a su vez fomentar o seguir creando otras nuevas. En este sentido están proliferando cada vez más las asociaciones masculinistas que afirman que “el panorama podría estar cambiando” y ser ahora los hombres los que están más desprotegidos que las mujeres. Y en algunos casos, en algunos aspectos y en algunas cuestiones puede ser cierto[23].
Crear puntos y ocasiones de encuentro entre hombres y mujeres ofrece la oportunidad de la puesta en común de las necesidades en esta nueva trayectoria de todos/as y a su vez crear caminos conjuntos para su consecución.
Es importante seguir creando redes internacionales conjuntas entre hombres y mujeres. Por su parte, en el ámbito internacional, la situación de la mujer del siglo XXI aún es más que comprometida[24]. Conscientes de eso, y de lo importante que es la unión, AHIGE coopera con MenEngage[25], una red global de organizaciones no gubernamentales que busca involucrar a los niños y hombres de todo el mundo para lograr la igualdad de género tan necesaria. Puede resultar insólito que sean hombres los que luchen por la igualdad de género, pero es que no es una lucha de sexos, sino una lucha de toda la sociedad.
– Educación desde la transversalidad en la igualdad de género
Como ya apuntamos al principio de este artículo si se quiere que las sociedades cambien no podemos dejar de contar con la educación. La educación es la base de todo, es la que facilita toda posibilidad de cambio.
La sociedad ha estado siempre, y aún está más de lo conveniente, estructurada de forma androcéntrica, y en este sentido podríamos decir que quizás lo que se necesitaría ahora es tratar de no categorizar los roles de género de forma tan sistematizada o, dicho de otra manera, limar las fronteras entre un género u otro. Hay incluso quienes hablan ya de la necesidad de desaparición de los géneros como, por ejemplo, Marina Subirats (2018)[26]
Debemos preguntarnos desde nuestra realidad presente si estamos enfocando bien la educación para la igualdad y quizás si no se nos hayan pasado por alto algunas cuestiones claves a tener en cuenta para la efectividad de este objetivo. El primer interrogante que nos planteamos es: ¿necesitan lo mismo las niñas y los niños a la hora de educarlos para la igualdad? Seguramente no porque no parten de la misma realidad.
Si analizamos qué educación han recibido tradicionalmente cada uno/a es fácil descubrir que parten de realidades diferentes. A las niñas se les ha educado desde unas premisas a los niños desde otras. A las niñas se les ha educado para unos roles a los niños para otros y esto es innegable. Si se parte de estas diferencias las necesidades educacionales, evidentemente, de unos y otras, son distintas. Diferencias educacionales que aún tienen los/las que ahora son padres y madres en la actualidad. En la transformación que estamos tratando de conseguir se hace necesario analizar desde donde se parte para poder construir las trayectorias adecuadas para que todos/as podemos llegar a la misma meta. Así pues, ¿Qué habría que fomentar en cada persona para llegar a la verdadera igualdad de género?
En primer lugar, nos parece importante resaltar que la educación para la igualdad de género ha de basarse en la educación de actitudes y valores para la igualdad. El conocer y reconocer sólo que todos somos iguales y que no hay diferencias por razón de sexo y género no basta. El conocimiento de una realidad es una cosa y la transformación de las actitudes y valores para transformar esa realidad es otra. El primero (conocimiento) puede realizarse a corto plazo, el segundo (transformación de valores y actitudes) en una trayectoria más a largo plazo y en ello es donde debemos incidir con más diligencia.
Trabajar la equidad, la corresponsabilidad, la no discriminación, la socialización de género, la no formación de estereotipos, el respeto a la diferencia desde la igualdad, la no violencia etc., es algo que no se cuestiona hoy día. Pero partiendo de las diferencias educacionales aún existentes (quizás menor en la escuela, quizás mayor en las familias y en la sociedad en general) han de dibujarse cuales serían las actitudes a los que tendremos que prestar mayor atención.
A continuación, vamos a presentar una serie de líneas básicas para trabajar inicialmente con los niños y unas líneas básicas para trabajar inicialmente con las niñas. No porque se pretenda hacer de nuevo una diferencia entre ellos/as, sino porque las necesidades educativas para llegar a una igualdad de género real, pensamos, que son diferentes. Quizás el no haber sido conscientes desde el principio de esta cuestión, sea el punto de partida en el que hemos fallado, sea el motivo por el que aún no hemos conseguido el objetivo de la igualdad tal como lo deseamos.
- Actitudes que hay que fomentar en los niños:
Creemos que habría que empezar por centrarse en cuatro grandes líneas actitudinales:

- Actitudes que hay que fomentar en las niñas

WEBGRAFÍA Y CITAS
[1]https://www.humanium.org/es/declaracion-mundial-sobre-educacion-para-todos-satisfaccion-de-las-necesidades-basicas-de-aprendizaje/
[2] https://www.unicef.org/spanish/education/index_44865.html
[3] Ibidem
[4] http://www.teinteresa.es/mundo/Irak-Sudan-Egipto-Yemen-analfabetismo_0_1136887593.html
[5]file:///C:Igualdad/Instituto%20Europeo%20de%20la%20Igualdad%20de%20G%C3%A9nero_%20s%C3%ADntesis%20para%202018%20_%20European%20Institute%20for%20Gender%20Equality.html
[6] https://eige.europa.eu/publications/gender-equality-index-2019-spain
[7] https://www.up-spain.com/blog/conciliacion-laboral-familiar-espana/
[8] https://www.epdata.es/datos/conciliacion-vida-laboral-familiar-espana-estadisticas-datos-graficos/383
[9] Morán Roa, S. (2019). La conciliación de la vida laboral y familiar a través de la adaptación de la jornada: una herramienta para la igualdad de género y la productividad. Revista de Trabajo y Seguridad Social. CEF, 431, p. 185-214
[10]https://www.laboral-social.com/conciliacion-circunstancias-familiares-discriminacion-hombre-sexo- jornada-horario-nocturno-turno-sentencia-constitucional.html
[11]https://www.invertia.com/es/noticias/economia/20190309/la-mala-conciliacion-de-la-vida-laboral-y-familiar-le-cuesta-a-espana-un-1-del-pib-249375
[12] https://contenidos.ceoe.es/CEOE/var/pool/pdf/publications_docs-file-597-analisis-de-la-brecha-salarial-de-genero-en-espanav2.pdf p.5
[13] https://contenidos.ceoe.es/CEOE/var/pool/pdf/publications_docs-file-597-analisis-de-la-brecha-salarial-de-genero-en-espanav2.pdf p.8
[14] Lomas, C. (2002): «El masaje de los mensajes publicitarios» en Lomas, Carlos, El aprendizaje de la comunicación en las aulas. Paidós, Barcelona http://www.mujeresenred.net/spip.php?article694
[15] https://ahige.org/nosotros/
[16] https://okdiario.com/espana/directora-del-instituto-mujer-anima-penetrar-analmente-hombres-alcanzar-igualdad-5040409
[17] Castro Torres, R. (2015): Guía Hombres con igualdad. III edición de la “Guía Express del Hombre Igualitario”
[18] Ibidem
[19] https://lac.unwomen.org/es/noticias-y-eventos/articulos/2019/11/no-mas-violencia-sexual-onu-mujeres
[20] Ibidem
21 https://fundacionmelior.org/archivado/la-igualdad-de-genero-tambien-es-cosa-de-hombres/
[22] https://fundacionmelior.org/archivado/la-igualdad-de-genero-tambien-es-cosa-de-hombres/
[23] https://www.bbc.com/mundo/noticias/2012/05/120503_padres_activistas_il
[24] https://www.melior.is/conten/tema/la-vergonzosa-situacion-de-la-mujer-en-el-siglo-xxi
[26] https://www.youtube.com/watch?v=gl6c1kLrJnU
BIBLIOGRAFÍA
Castro Torres, R. (2015): Guía Hombres con igualdad. III edición de la “Guía Express del Hombre Igualitario”
Lomas, C. (2002): «El masaje de los mensajes publicitarios» en Lomas, Carlos, El aprendizaje de la comunicación en las aulas. Paidós, Barcelona.
Morán Roa, S. (2019). La conciliación de la vida laboral y familiar a través de la adaptación de la jornada: una herramienta para la igualdad de género y la productividad. Revista de Trabajo y Seguridad Social. CEF, 431, p. 185-214